martes, 7 de abril de 2009

lunes, 6 de abril de 2009

GRACIAS POR SER MI AMIGO...

PARA ESOS AMIGOS....

Este mensaje es para...

Esas personas que nos ven y conocen nuestro estado de ánimo.

Esas personas a las que les cuentas tus tropiezos.

Esas personas que te hacen favores.

Esas personas que te han inspirado a alcanzar tus metas.

Esas personas que han salido contigo en una fotografía.

Esas personas con las que te diviertes.

Esas personas con las que has conocido lugares nuevos y has vivido increíbles aventuras.

Esas personas que en el momento que lo necesitaste te ayudaron con tu trabajo, que comparten el almuerzo contigo, que te saludan amigablemente cuando te ven, que te envían chistes y mensajes para tu crecimiento personal.

Quiero que sepas que me da gusto haberte conocido y que espero que, independientemente de las vueltas que dé la vida, seguiremos siendo amigos por siempre. ...

Este mensaje es solo para decirte y dejarte saber que no te he olvidado, que aprecio tu amistad y que guardo todos los recuerdos de lo que compartí contigo...

Recordarte que aunque las personas cambian y sus vidas se reorganizan, los amigos deberían ser amigos por siempre, aunque no tengan nada en común, solo el compartir los mismos recuerdos. Aprecio que estés ahí.

A veces, vemos a nuestros amigos como algo seguro y no les dejamos saber que nos preocupamos por ellos y que los apreciamos. Algunas veces estamos tan ocupados o tan involucrados en otras cosas que nos alejamos de nuestros amigos.
Con esto, date cuenta de cuan afortunado eres de tener unos amigos tan especiales que has hecho durante los años.


¡GRACIAS POR SER UNO DE ELLOS!




POST DATA:
Ahora te toca pasárselo a todos tus amigos incluso a quien te lo mandó...si no lo haces seguro que lo comprenderá...

sábado, 28 de febrero de 2009

ANIMALES MALTRATADOS.

Te levantas cada día y te preguntas: ¿qué puedo hacer por los demás, por la ecología, por los animales? En Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, hay un llamado "zoológico" que maltrata a los animales, que están ahí enjaulados y en condiciones deplorables. Perros metidos en jaulas, animales maltratados en espacios reducidísimos, mal alimentados, con un olor insoportable. En el tiempo de la ecología, ¿cómo es esto posible? Salvemos a estos animales, tratando de que cierren este zoológico, este mal llamado zoológico. Sabemos que las autoridades no lo van a hacer, porque las autoridades no sirven para nada. La visión de estos animales sufriendo (ningún ser vivo debería sufrir, ése no es el plan de nuestro Creador) nos ha llevado hasta la desesperación.

lunes, 23 de febrero de 2009

EL VIAJE DE LA VIDA


SALIDA: Cada segundo.....
LLEGADA: Nunca lo sabrás....
DESTINO: LA VIDA!


Un día, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.
Una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada
Interesante, porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas y bajadas tristes.
Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas, que nos harán conocer el viaje hasta el fin: “nuestros padres.”
En el tren, también viajarán personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite
Muy cerca...
Muy cerca...
Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos deciden sentarse alejados de nosotros, en otros vagones...!
Muchos se bajarán y dejarán recuerdos imborrables,
para ellos el viaje “TERMINO”.
Otros, en cambio, viajarán ocupando asientos, sin que nadie perciba que están allí sentados…
Eso nos lleva a realizar el viaje distantes de ellos.
Pero eso no nos impedirá, aunque tal vez con alguna dificultad, acercarnos a ellos.
Lo difícil es aceptar que, a pesar de estar cerca… no podremos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que los acompañan.
Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas.
Sabemos que este tren solo realiza un viaje,
el de ida…
Tratemos, entonces, de viajar lo mejor posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, procurando lo mejor de cada uno de ellos, recordando siempre que, en algún momento del viaje, alguien puede perder sus fuerzas y deberemos entender eso.
A nosotros también nos ocurrirá lo mismo y seguramente alguien nos entenderá y ayudará…
El gran misterio de este viaje es que no sabemos en cual estación nos tocará descender.
Pienso: cuando tenga que bajarme del tren ¿sentiré añoranzas?
Mi respuesta es SÍ; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste…
Separarme de los amores de mi vida, será doloroso.
Pero tengo la esperanza de que en algún momento nos volveremos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.
Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas.
Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas
Mi emoción aumenta a medida que el tren va parando…
¿Quién subirá?.
¿Quién será?
Me gustaría que TU pensaras que el desembarcar del tren, no es sólo una representación de la muerte o el término de una historia…
Estoy feliz de ver como ciertas personas, como nosotros, tienen la capacidad de reconstruir para volver a empezar…
Eso es señal de lucha y garra!
Saber vivir es poder ofrecer lo mejor a todos los pasajeros…
Agradezco a DIOS, porque estamos compartiendo este viaje y, a pesar de que a veces nuestros asientos no estén juntos, con seguridad el vagón en el que vamos y el maquinista son los mismos.

A tí, que compartes estos minutos
GRACIAS
y que tengas un “BUEN VIAJE”...

jueves, 19 de febrero de 2009

LA MATERNIDAD




Un regalo de Dios es la maternidad y traer al mundo una nueva vida. Dos seres se unen, y de su unión nace un nuevo ser: he ahí la verdadera prueba de la existencia de una entidad superior al propio hombre. Tener un hijo, traer un nuevo ser a este mundo, es una responsabilidad que dura toda la vida: ¿qué es un hijo sino la continuación de nuestro propio ser en esta tierra? En su infinita sabiduría, Dios ha querido que vivamos una cantidad de tiempo, para que nuestros hijos puedan continuar viviendo la suya. Y esa responsabilidad significa: amar a los hijos, protegerlos, hacerlos hombres y mujeres de bien, tratar de que sean mejores que nosotros mismos. Educarlos en la divinidad. ¿Qué terrible tortura le heredaremos a nuestros hijos, si piensan que no existe un Dios, y que al morir desaparecerán eternamente? ¿Qué será de ellos sin piensan que luego de haber vivido en este mundo, y de haber tenido a sus propios hijos, no les queda más remedio que la nada y la oscuridad? No: les queda una eternidad de gozo y armonía, les queda el pago generoso a una vida de amor al projimo, a los hijos, a nuestros semejantes. Jesús dijo: tienes que amar incluso a tu enemigo. Tienes que amar. La respuesta a todas las cosas se encuentra en el amor.

lunes, 16 de febrero de 2009

EL MENDIGO

Eramos la única familia en el restaurante con un niño. Yo senté a Leonel en una silla para chicos y me dí cuenta que todos estaban tranquilos comiendo y charlando. De repente, Leonel pegó un grito con ansia y dijo: "Hola amigo!" Golpeando la mesa con sus gorditas manos. Sus ojos estaban bien abiertos por la admiración y su boca mostraba la falta de dientes en su encía. Con mucho regocijo él se reía y se retorcía. Yo miré alrededor y vi la razón de su regocijo. Era un hombre andrajoso con un abrigo en su hombro; sucio, grasoso y roto. Sus pantalones eran anchos y con el cierre abierto hasta la mitad y sus dedos se asomaban a traves de lo que fueron unos zapatos. Su camisa estaba sucia y su cabello no había recibido una peinada por largo tiempo. Sus patillas eran cortas y muy poquitas y su nariz tenía tantas venitas que parecía un mapa. Estábamos un poco lejos de él para saber si olía, pero seguro que olía mal. Sus manos comenzaron a menearse para saludar. "Hola bebito, ¿cómo estás, muchachón?" le dijo el hombre a Leonel. Mi esposa y yo nos miramos, "¿Qué hacemos?". Leonel continuó riéndose y contestó: "Hola, hola amigo." Todos en el restaurante nos miraron y luego miraron al pordiosero. El viejo sucio estaba incomodando a nuestro hermoso hijo. Nos trajeron nuestra comida y el hombre comenzó a hablarle a nuestro hijo como un bebé. Nadie creía que era simpático lo que el hombre estaba haciendo. Obviamente él estaba borracho. Mi esposa y yo estábamos avergonzados. Comimos en silencio; menos Leonel que estaba súper inquieto y mostrando todo su repertorio al pordiosero, quien le contestaba con sus niñadas. Finalmente terminamos de comer y nos dirigimos hacia la puerta. Mi esposa fue a pagar la cuenta y le dije que nos encontraríamos en el estacionamiento. El viejo se encontraba muy cerca de la puerta de salida. "Dios mío, ayúdame a salir de aquí antes de que este loco le hable a Leonel", Dije rezando, mientras caminaba cercano al hombre. Le di un poco la espalda tratando de salir sin respirar ni un poquito del aire que él pudiera estar respirando. Mientras yo hacía esto, Leonel se volvió rápidamente en dirección hacia donde estaba el viejo y puso sus brazos posición de "cárgame". Antes de que yo se lo impidiera, Leonel se avalanzó desde mis brazos hacia los brazos del hombre. Rápidamente el muy oloroso viejo y el joven niño consumaron su relación amorosa. Leonel en un acto de total confianza, amor y sumisión recargó su cabeza sobre el hombro del pordiosero. El hombre cerró sus ojos y pude ver lágrimas corriendo por sus mejillas. Sus viejas y maltratadas manos llenas de cicatrices, dolor y duro trabajo, suave, muy suavemente, acariciaban la espalda de Leonel. Nunca dos seres se habían amado tan profundamente en tan poco tiempo. Yo me detuve aterrado. El hombre viejo se meció con Leonel en sus brazos por un momento, luego abrió sus ojos y me miró directamente a los míos. Me dijo en voz fuerte y segura: "Usted cuide a este niño." De alguna manera le contesté: "Así lo haré" con un inmenso nudo en mi garganta. El separó a Leonel de su pecho, lentamente, como si tuviera un dolor. Recibí a mi niño, y el hombre viejo me dijo: "Dios le bendiga, señor. Usted me ha dado un hermoso regalo." No pude decir más que un entrecortado "gracias". Con Leonel en mis brazos, caminé rápidamente hacia el coche. Mi esposa me preguntaba por qué estaba llorando y sosteniendo a Leonel tan apretadamente, y por qué yo estaba diciendo: "Dios mío, Dios mío, perdóname." Yo acababa de presenciar el amor de Cristo a través de la inocencia de un pequeño niño que no vió pecado, que no hizo ningún juicio; un niño que vió un alma y unos padres que vieron un montón de ropa sucia. Yo fui un cristiano ciego, cargando un niño que no lo era. Yo sentí que Dios me estuvo preguntando: "¿Estás dispuesto a compartir tu hijo por un momento?" Cuando El dió a su hijo por toda la eternidad. El viejo andrajoso, inconcientemente, me recordó: "Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él." (Lucas 18:17) "La sonrisa de un niño lleva impresa la firma de Dios".

viernes, 13 de febrero de 2009

AL LEVANTARSE

¿Por qué no te levantas cada mañana, y simplemente das las gracias por haber nacido, das las gracias por existir? Levántante y, al borde de la cama, hincado/a sobre el piso, pronuncia: Gracias a Dios todavía estoy vivo/a. Gracias a Dios puedo permanecer un día mas con mis seres queridos, puedo acudir a mi trabajo, puedo ayudar a los demás. ¡Levántate! ¡Camina hacia fuera y ayuda a los demás! ¡Sé gentil con todo el mundo, busca la paz interior! ¿Que a veces tienes tentaciones, te abruma el egoismo? ¡No importa, esos son sentimientos propios de la naturaleza humana! Lo que debemos hacer es tratar de sobrepasarlos, y de dejarlos allí, muy profundo, en nuestro interior. Dejarlos alli, no permitir que salgan. Mira a tu alrededor. ¿Qué ves? Cosas que puedes cambiar, que puedes mejorar, un ambiente que puedes adecuar a tu existencia, a tu propio espíritu. ¿Qué esperas? Cambia lo que te parezca negativo, cambia el mal por el bien. Entonces, estarás en paz.